En 2009, la Consejería de Medio Ambiente colocó tres cerramientos en este enclave gaditano para favorecer la nidificación de aves costeras como el charrancito y el chorlitejo. Los cercados se instalan a principios de abril, antes de comenzar la época de reproducción, y se retiran a finales de junio, tras la eclosión de los huevos. "Hay que hacer hincapié en el medio natural como disfrute de uso público, que debe ser compatible con la biodiversidad de la zona a través de técnicas que mantengan a las especies y que no impidan el disfrute del ser huimano", señala Silvia López al Diario de Cádiz.
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