lunes, 13 de junio de 2011

10 razones para amar los árboles de Guadalquitón-Borondo

La finca de Guadalquitón está en estado virgen y resalta por su extremada belleza en el paisaje sanroqueño, aunque hay que decir que se encuentra algo degradada debido a que en los pasados años 80 se produjo en la zona de dunas fijas una intensa extracción de arenas para la construcción de otras urbanizaciones. Sus parajes viven abandonados a su suerte y la arboleda está muy descuidada a pesar de saberse que el alcornoque (Quercus suber) es una especie amenazada por enfermedades y por falta de regeneración natural. Si el alcornocal se abandona, numerosas especies ligadas al bosque pueden verse amenazadas y se sabe que la supervivencia de la población de alcornoques se debilita en España día a día, ¿Que estamos haciendo?, ¿Es posible que el alcornoque, un árbol milenario, desaparezca sin más? La edificación en este lugar único sería la mayor condena para estos árboles, además existen muchas otras razones  para defender este bosque y las voy a contar:
Cuando contemplo  desde lejos esa masa compacta de alcornoques que se extiende hasta el mar me conmuevo de verdad, algunas veces lo veo como un brócoli gigante, exuberante y suculento, un bosque encantado. Otras veces lo miro como a un pulmón inmenso, donde cada árbol parece un alveolo expulsando oxígeno y llenándolo todo de vida. Por eso he encontrado estas diez razones, entre otras muchas, para amar los árboles.
La primera es que aproximadamente el 70% de las especies de animales y plantas viven en los bosques del planeta.
La segunda atañe directamente a nuestra especie. Y es que humano viene de humus, es decir la fracción fértil del suelo, que sólo es posible si el bosque crea y protege el suelo. Cada uno que saque su propia conclusión. Salvemos el bosque.
Otra tercera es que un árbol, como por ejemplo una encina, proporciona al día el oxigeno que necesitan cinco personas. Aunque sea sólo en plan parásito, necesitamos a los árboles porque somos muchos. Quizás nos convendría apadrinar un árbol.
Por cuarta razón, en cada árbol hay aproximadamente un billón de células fotovoltaicas y la fotosíntesis es una maravilla que consigue fijar la energía solar para transformarla en sustancias orgánicas. 
En quinta posición, me decanto por nombrarlos símbolos de fertilidad. Y bien lo saben en La India, donde existen unos árboles a donde la gente va a amarrar unos trapos como petición para poder tener hijos.
La sexta es que por su belleza y su universo estético los árboles resultan muy atractivos y sugerentes. Cada vez son más los artistas plásticos que fijan su atención en la naturaleza y sus elementos, especialmente en el “Land Art” y la fotografía.
Mi séptima reflexión es que por algo será que el árbol ha sido considerado sagrado en la antigüedad, ha constituido emblema del saber, ha servido de habitat humano y además proporciona frutos deliciosos.
Una octava razón sería el hecho de que los árboles son los seres vivos más altos y más viejos que conocemos. Son criaturas sabias que no necesitan de la mente para valerse por sí mismas, saben cómo adaptarse a sequías y no les cogen desprevenidos los cambios de estación. 
La novena sería que los árboles tienen memoria y no tropiezan dos veces en la misma piedra. Cuando uno de ellos se ha visto expuesto a un viento que lo ha hecho tambalearse, se volverá más grueso y si un año lo atacan las orugas, al año siguiente producirá unas hojas muy cortas que las incomodan.
Por último, creo de verdad que son criaturas celestiales. Hay una antigua leyenda sobre los baobabs de Madagascar que cuenta cómo los árboles fueron tiraros desde el cielo y es por eso que quedaron sus raíces al aire.
Me parece una verdadera pena que nos carguemos el bosque en aras de la llamada expansión urbanística o el progreso, permaneciendo así de ciegos al milagro de la vida que los árboles hacen posible en cada momento. Comulgo a pies juntillas con la frase de Pessoa y me gustaría hacerla mía: “El verdor de los árboles es parte de mi sangre”.
Remitido por Isabel (2ª parte del texto que publicamos el 1 de junio, titulado Choque mortal entre Urbanización y Hábitat Natural.

1 comentario:

  1. por interés,por amor,por estética,por etica,por filosofía ,por química,por nosotros ,por los que vienen,sigamos luchando.Gracias Isabel

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