La lectura del informe de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) de Caja Madrid en el que se indica solemnemente que el grupo "gestiona inversiones en empresas de sectores estratégicos que favorecen la diversificación, entre las que destacan: Mapfre-Caja Madrid Holding, REALIA, Iberia, Indra y NH Hoteles", todas ellas participadas de una forma o de otra, es uno de los numerosos ejemplos del uso del lenguaje para ocultar fines diversos entre los conglomerados españoles. Aquí no hay izquierdas ni derechas pues en el botín societario participan todos los colectivos, incluyendo los sindicatos que luego se manifiestan de verde.
Se dice que la RSC es voluntaria, no obligada por ley, y en ello se escapa del control. Pero tampoco se ha autorizado a las empresas a que mientan descarada y públicamente, sobre todo las que cotizan o pretenden cotizar en bolsa. ¿En qué consiste la Obra Social además de servir para deducirse impuestos? NO ES COMPATIBLE urbanizar el bosque del Guadalquitón-Borondo y "favorecer la diversificación", o a lo mejor sí. Por si acaso, hemos acudido al diccionario de la Real Academia de la Lengua y, en efecto, nos hemos llevado una sorpresa, se trataba en realidad de destruir el Guadalquitón-Borondo y ya nos lo habían anunciado:
Diversificar (Del. latín, diversificare): Convertir en múltiple y diverso lo que era uniforme y único.
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